Esa imagen simbólica del Sagrado Corazón se representa en el arte cristiano como un corazón en llamas que brilla con la luz divina. Está herido y rodeado de espinas. A veces esta imagen se muestra en la figura de Jesús. La imagen alude a la muerte de Jesús en la cruz y el fuego representa el poder de transformación por el amor divino.
Por tanto la imagen del Sagrado Corazón es parte de la devoción al corazón humano de Jesús y con frecuencia se encuentra en las casas de los creyentes.
Fue el 16 de junio de 1675, cuando Santa Margarita María de Alacoque tuvo la visión de Jesús en la que él le mostró su corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas y con una herida abierta. De la herida brotaba sangre y del interior del corazón salía una cruz.
Pero ya Santa Margarita María de Alacoque había aprendido antes de la devoción al Sagrado Corazón entre los años de 1673 y 1675, cuando recibió varias visiones de Jesús.
En esas visiones Jesús le dijo a Santa Margarita María de Alacoque que quienes oraran con devoción al Sagrado Corazón, recibirían muchas gracias, esas gracias son las llamadas Promesas del Sagrado Corazón de Jesús y son doce: